Posición de dominio ante enfermos crónicos
Por prácticas abusivas, como esta de posición de dominio, una asociación de médicos privados ha denunciado a las aseguradoras que operan con MUFACE para cubrir las necesidades de salud de los empleados públicos, jubilados y beneficiarios.
Desde hace años están pagando por consulta generalista entre 7 y 9 € en vez de entre 25 a 30 € según baremo médico. Del mismo modo abonan entre 15 a 20 € a los especialistas que deberían cobrar entre 35 y 45 €. Con una particularidad muy curiosa: cuando el paciente acude a consulta por segunda vez (dentro del mismo mes) la aseguradora paga un 26% menos y si repite una tercera vez: 0€ (cero euros). Muchos de estos facultativos y clínicas pequeñas se han visto abocados a abandonar a sus pacientes por la dificultad económica que este abuso provoca. Así eliminamos competencia y centralizamos y concentramos a los pacientes en grandes corporaciones que compraron la mayoría de hospitales privados. Se me ocurre: Quirón y Vithas.
Pero también podríamos definir este abuso por posición de dominio como:
Una situación de poder que permite a una aseguradora barra entidad bancaria, como Segur-Caixa Adeslas, influir en las decisiones de todo un gobierno, jugando con la salud (de sus pacientes –de paciencia–) de sus clientes, con el único fin de prevalecer su estrategia empresarial y mantener la dinámica de beneficios. Bajar en beneficios se considera "pérdidas", recuerden.
Situación de poder y preponderancia económica que permite a una empresa o grupo de empresas influir en las decisiones de las otras, pudiendo formular su estrategia empresarial
La prueba la tenemos en el resultado de la "negociación" entre ellas y el ministerio de Óscar López para prestar servicio a los más de 1 millón de mutualistas y beneficiarios. La reivindicación de las aseguradoras (capitaneada por Adeslas) arrancó con un incremento de un 40% y terminaron firmando, 6 meses después, un 41,2% y 4.808,5 millones de euros para los tres años de vigencia de un acuerdo que ya de antemano sabemos que la aseguradoras no va a cumplir, para eso tienen esa posición de dominio, para ejercerla so pena de echarle encima al gobierno a todo un colectivo de mutualistas, con su sindicato corporativista afín mayoritario incluido, amenazando con paros por no ceder.
Pero no nos olvidemos de los mutualistas y beneficiarios enfermos, muchos jubilados con enfermedades crónicas que además de seguir pagando parte de los medicamentos se encuentran en una tesitura que pone en riesgo su salud: tener que cambiar de médico o especialista que controla su patología, algunas veces, graves y que firman sus recetas en papel aún. Es necesario recordar que en este sistema de salud no existe el historial clínico informatizado y centralizado que pueda ser estudiado por otro especialista. Por tanto me arrogo la capacidad de interpretar otra definición de este abuso al que estamos sometidos nosotros también. Diría que este abuso de posición de dominio es: una situación de poder que permite a una aseguradora barra entidad bancaria secuestrar a unos pacientes, con el único fin de prevalecer su estrategia empresarial y mantener la dinámica de beneficios. Una situación de poder que les permite:
1) Incumplir con total impunidad los conciertos firmados o
2) Saltarse a la torera las Leyes nacionales e internacionales sobre protección de datos, incluso.
Me explico:
1) Esa política de pagar muy por debajo de lo establecido provoca, como dije, la falta de médicos, y esto, a su vez, hace que las aseguradoras no puedan cumplir con el número de facultativos exigibles en el concierto con MUFACE por razón de habitantes donde resida el mutualista. Pero eso les importa un comino y juegan como los trileros, escondiendo la bolita o escondiendo, en este caso, al facultativo. Si para una ciudad como Málaga tienen que ofrecer equis especialistas, te ofrecen en el cuadro médico ese número de especialistas repetidos, ejemplo: el reumatólogo Felipe aparece en: su despacho, en una clínica, en un hospital y ya son tres. Cuando preguntas por el nombre del facultativo en esa clínica u hospital la respuesta es: Felipe. Finalmente el enfermo que intenta acudir a una consulta se encuentra que de 10 facultativos sólo son 5 o 6 reales. Todo un privilegio (después de cómo está el sistema nacional de salud) si no fuera porque en ese intento de pillar cita nos encontramos o que la agenda del médico está cerrada y no admite más pacientes o no se ha publicado esa agenda. Puede que de los 10 consigas que 1 te dé cita para 4 meses vista o que la cita sea por consulta telefónica.
2) La relación del mutualista con la aseguradora es a través de MUFACE. No tenemos una relación contractual directa con ellos. No es obligatorio por Adeslas, por tanto, avisar de que la póliza no será renovada como hicieron a finales de 2024. Todos los años se producen cambios y nunca se recibe un correo avisando del fin de la presentación por la aseguradora. Para ello utilizaron, en plenas negociaciones con el gobierno, un dato de carácter personal como es el correo electrónico para un fin distinto por el que fue recabado: para ejercer presión al Gobierno y provocar un estado de inseguridad en los enfermos crónicos y aumentar, de paso, aún más esa posición de dominio. Prueba de que el objetivo del correo electrónico era presionar es que la póliza sí fue renovada sin ceder un ápice, como demuestra la firma final.
Así, con total impunidad, como hacen con los métodos bancarios a los que están acostumbrados aprovechándose de que el Banco de España los protegen y, en este caso del uso de los datos, aprovechándose del nivel de deterioro que tiene la Agencia Española de Protección de Datos.
¡El fin económico justifica los medios, amigo Sancho!
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Joaquín Navas Cabezas es socio de infoLibre.