Así fue la última intervención pública del papa antes de su muerte
El argentino Jorge Mario Bergoglio, conocido por ser el papa Francisco, ha fallecido este lunes a las 7.35 horas en su residencia la Casa Santa Marta, en Ciudad del Vaticano. A sus 88 años, el alto cargo eclesiástico llevaba poco más de 12 años de pontificado y posiblemente pase a la historia como el primer papa no europeo y uno de los más liberales, por su discurso de cambio y descentralización de la Iglesia.
Tras unos meses con altibajos en su estado de salud, que le impidieron hacer apariciones incluso durante la Semana Santa, el conocido como uno de los papas más progresistas de la historia realizó su última aparición al aparecer por sorpresa en la misa de este Domingo de Resurrección. A pesar de sufrir sendos problemas respiratorios, Francisco ya había manifestado su interés en celebrar públicamente la Pascua.
Este domingo, el pontífice apareció en la plaza de San Pedro, en Ciudad del Vaticano, para dar la bendición Urbi et Orbi (a la ciudad y al mundo), que habitualmente se realiza durante la Santa Misa del Domingo de Resurrección. El santo padre seguía débil debido a sendos problemas respiratorios, pero apareció sin cánulas nasales, lo que dio a entender cierta mejoría en su estado de salud.
En el discurso, el pontífice hizo referencia a varios de los conflictos armados que se están dando actualmente en el mundo, mencionando Gaza, Ucrania, República Democrática del Congo, Sudán y Sudán del Sur, entre otros. Pidió el alto el fuego en Oriente Medio y condenó la "carrera de rearme". "Las armas de la paz son las que construyen el futuro en lugar de provocar muerte", concluyó.
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Tras su discurso, el alto cargo eclesiástico se paseó por la plaza de San Pedro del Vaticano en el papamóvil, para saludar de cerca a los 50.000 fieles que se desplazaron al lugar para conmemorar el regreso a la vida de Jesús. Sentado en la parte alta del vehículo, el pontífice cruzó la plaza entre gritos de "¡Viva el papa!" y banderas de distintas nacionalidades.
Por la mañana, el pontífice también recibió al vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, vinculado a uno de los sectores más tradicionalistas del catolicismo y críticos con el papa Francisco. El encuentro apenas duró 15 minutos y, por la tarde, se dejaron entrever las diferencias entre ambas personalidades.
“¡Cuánto desprecio se manifiesta a veces hacia los más débiles, los marginados, los migrantes! En este día, quisiera que volviéramos a tener esperanza y confianza en los demás, incluso en quienes no nos son cercanos o vienen de tierras lejanas, con costumbres, modos de vida, ideas y hábitos distintos a los nuestros. Porque todos somos hijos de Dios”, dijo el papa Francisco en la misa.