EL AUGE DE LA ULTRADERECHA
El expresidente del TSJ de Castilla y León participa en un acto de la fundación ultracatólica de Mayor Oreja

Su activismo judicial de derechas lo ha llevado en numerosas ocasiones a polémicas públicas en los medios de comunicación. El expresidente del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, José Luis Concepción, comparó en junio de 2022 al Partido Comunista de España con el partido nacionalsociasista de Adolf Hitler. Un año antes ya había declarado en una entrevista en televisión que la presencia de Podemos en el anterior Gobierno "ponía en solfa" la democracia. Para el juez Concepción, la exhumación de Franco de Cuelgamuros, hizo "reverdecer el odio que ya habíamos olvidado" y la Ley de Memoria Histórica "pretende convertir en vencedores a quiénes perdieron la guerra en 1939". La plataforma ultracatólica Neos, que preside el exministro del Interior del PP Jaime Mayor Oreja, ha anunciado que el magistrado de la Sala de lo Civil y Penal del tribunal regional participará en su acto de presentación en Burgos el próximo 21 de mayo.
En el cartel de la convocatoria, que difunde la propia fundación, junto a Castellanos aparecen como ponentes el propio Mayor Oreja, la exdirigente del PP vasco María San Gil y el excargo de Vox y víctima de ETA José Antonio Ortega Lara. También estará el catedrático de Historia del Arte René Payo, todos ellos moderados por el periodista Antonio José Mencía. La participación del juez castellano en el acto, eminentemente político y con un tono muy conservador y religioso tiene lugar cuando Concepción ha presentado su candidatura para el proceso de selección de una de las plazas vacantes en la Sala de lo Militar del Tribunal Supremo actualmente abierta en el Consejo General del Poder Judicial. El órgano de gobierno de los jueces ya descartó en 2021 investigar disciplinariamente algunas de sus manifestaciones públicas contra la izquierda al considerar que entraban en el ámbito de su "libertad de expresión".
La Fundación Neos, según declaró María San Gil en uno de sus actos, nace para poner solución "a la actual crisis de fundamentos" construyendo una alternativa "basada en fundamentos cristianos". Su creación se produce en 2021 cuando Mayor Oreja y el resto de sus fundadores empezaron a tener claro que España "había perdido el norte". Los ejes en los que trabaja Neos son, según San Gil, "el valor infinito de la persona", "la libertad basada en la verdad", "España como bien moral y la identidad de Occidente". "Hablamos de esas cosas que entendemos que están siendo atacadas por el Gobierno del Frente Popular (sic) que tenemos". "Vivimos inmersos en una dictadura del relativismo de la que ya nos avisó el papa Benedicto XVI"; "frente a esta cultura woke y este caos en el que estamos inmersos hacía falta el construir una alternativa cultural basada en esos fundamentos del humanismo cristiano", explicó en su discurso la exdirigente del PP vasco.
Para la mayoría de los españoles, la interrupción voluntaria del embarazo y la posibilidad de decidir sobre una muerte digna son avances en derechos sin marcha atrás, pero para la Fundación Neos, sin embargo, son "iniciativas legislativas que promueven la muerte frente a la defensa del derecho a la vida de los más vulnerables". "Las amenazas a la vida representan hoy la principal amenaza a nuestra civilización", sostiene su página web. Para el organismo de Mayor Oreja, iniciativas como la Ley de Memoria Democrática "atentan contra la libertad de expresión" y "anulan la capacidad de análisis y opinión e instauran la censura". El antifeminismo, que carga, como Vox, contra la "ideología de género" que "atenta contra la naturaleza humana y la condición binaria hombre-mujer" es otra de las señas de identidad de Neos, que encuentra amenazas ocultas en la Agenda 2030 de los objetivos de desarrollo sostenible.
El objetivo de Neos, según explicó su fundador Mayor Oreja a infoLibre en 2021, es ganar influencia en los partidos aunque sin formar parte ni tener vínculos con ellos. "Pretendemos que nuestras posiciones tengan voz. Vamos a presentar una alternativa cultural, fundamentada en valores cristianos, para irrumpir con modestia y humildad en la opinión pública. Aunque sea tarde, más vale tarde que nunca", explica Mayor Oreja, que cita entre las causas fundamentales del movimiento la defensa de "la dignidad humana, la familia, España como nación, la Corona y la libertad, especialmente la libertad de educación y religiosa", todo ello para evitar el "suicidio" que supone la "destrucción de las bases del orden social" y sus "fundamentos cristianos". Y añade: "Desde nuestro diagnóstico, de todos los proyectos en marcha, el más grave de todos es aquel que quiere remplazar un orden social por otro. Ese fue el acuerdo básico de [José Luis Rodríguez] Zapatero y ETA cuando arranca el mal llamado proceso de paz". El exministro cree que España "debe dejar atrás los complejos de inferioridad" y asumir un "papel relevante" en la "civilización cristiana", de la que ha sido protagonista.
Los principios de ética judicial aprobados por el CGPJ establecen que, para preservar su independencia, los jueces "han de comportarse y ejercer sus derechos en toda actividad en la que sean reconocibles como tales de forma que no comprometan o perjudiquen la percepción que, en un Estado democrático y de derecho, tiene la sociedad sobre la independencia judicial". "La imparcialidad impone el deber de evitar conductas que, dentro o fuera del proceso, puedan ponerla en entredicho y perjudicar la confianza pública en la justicia", establecen esos mismos principios. "El juez y la jueza, como ciudadanos, tienen derecho a la libertad de expresión que ejercerán con prudencia y moderación con el fin de preservar su independencia y apariencia de imparcialidad y mantener la confianza social en el sistema judicial y en los órganos jurisdiccionales", añaden.
En uno de sus dictámenes, aprobado en septiembre de 2023, la comisión de ética judicial del CGPJ desaconsejó a los jueces acudir a actos políticos porque constituyen “un acto de propaganda y marketing que los partidos utilizan para difundir sus mensajes, captar partidarios y organizar estrategias de campaña electoral”. La asistencia a estos actos, según los miembros de la comisión, “identifica a los asistentes con la militancia o simpatía hacia sus postulados”. “La presencia de un juez o magistrado, aún en su condición de ciudadano, en un mitin, como acto de partido político, implica un riesgo evidente de que pueda ser identificado como tal” añadía el documento, y lleva “a la identificación del juez o magistrado con los postulados de un determinado partido político, lo que es contrario al principio de neutralidad política” que contiene el Código de Ética Judicial. La presencia de un juez en un acto de este tipo, prosigue el dictamen, “contribuye a la percepción pública de que la justicia está politizada, generando en los ciudadanos desconfianza en la justicia y en el funcionamiento de los órganos judiciales".