El cortejo fúnebre de Francisco será un trayecto de seis kilómetros por el corazón de Roma

Los fieles rinde homenaje al Papa Francisco mientras yace en el altar dentro de la Basílica de San Pedro, en la Ciudad del Vaticano.

El cortejo fúnebre que llevará este sábado el cuerpo del papa Francisco desde San Pedro del Vaticano hasta la basílica de Santa María la Mayor, donde será enterrado, atravesará a paso solemne seis kilómetros del corazón de Roma en un trayecto cargado de simbolismo, según recoge EFE.

La ruta seguirá parcialmente el trazado de la antigua Via Papalis, la procesión que hacían antiguamente los pontífices tras ser designados entre San Pedro del Vaticano y la basílica de San Juan de Letrán, catedral de la diócesis de Roma.

Esta ceremonia, rescoldo de los antiguos desfiles del Imperio romano, constituía el primer acto oficial del pontífice como obispo de Roma.

Según confirmaron a EFE fuentes de la Policía Nacional, el cortejo de Francisco, que supone uno de los mayores retos a nivel organizativo para las autoridades italianas, pasará delante de lugares tan icónicos como el Coliseo romano.

Tras el final del funeral, que comenzará a las 10:00 hora local (08:00 GMT) del sábado, la procesión pasará por la galería Príncipe Amadeo de Saboya, recorrerá el Corso Vittorio Emmanuele y llegará a la plaza Venezia, para luego girar hacia los Foros Imperiales. 

Desde ahí, tomará la Via Labicana y la Via Merulana, dejando al fondo San Juan de Letrán, hasta llegar a la plaza de Santa María la Mayor.

Un vehículo transportará "a paso solemne" el féretro de Francisco, seguido por un reducido número de coches que transportarán a algunos cardenales, si bien el tráfico general estará cerrado.

Se colocarán cuatro pantallas gigantes en el área para que los fieles puedan seguir el funeral y el cortejo fúnebre. Tras el entierro, quien lo desee podrá pasar a rendir homenaje por la tumba de Francisco en Santa María la Mayor.

El protocolo para el funeral de Francisco, un delicado trabajo diplomático

El rígido protocolo para el funeral de Francisco, en el que se esperan más de 130 delegaciones internacionales, 50 jefes de Estado y 10 monarcas, es un delicado trabajo diplomático para evitar situaciones conflictivas que seguirá el orden alfabético en francés a la hora de asignar los puestos.

El portavoz vaticano, Matteo Bruni, confirmó la presencia de 130 delegaciones, pero podrían ir aumentado durante la jornada y algunos medios hablan de hasta 170, que irán llegando a lo largo de la tarde.

Las delegaciones entrarán a través de los muros vaticanos por la Puerta del Perugino, donde aparcarán los coches para encaminarse a la plaza de San Pedro y entrar por una acceso lateral, donde serán recibidos por el prefecto de la Casa Pontificia Leonardo Sapienza, antes de que el personal del ceremonial pontificio les acompañe a su posición. 

Las delegaciones internacionales se colocarán al lado derecho de la plaza mientras que en lado izquierdo estarán los cardenales.

El protocolo vaticano, que ha tenido duras pruebas durante el funeral de Benedicto XVI o el multitudinario adiós a Juan Pablo II -que contó con 80 Jefes de Estado o Gobierno-, indica que las primeras filas están reservadas a los jefes de Estado, pero con prioridad para las delegaciones italiana, la más multitudinaria con la presencia del presidente, Sergio Mattarella, y la primera ministra, Giorgia Meloni;y la argentina, país natal de Francisco, encabezada por Javier Milei.

Las primeras filas también están dedicadas a las Casas reales católicas, por lo que los reyes de España serán colocados en esa posición junto al resto de monarcas que han anunciado su presencia: Felipe y Matilde de Bélgica, el Gran Duque Enrique y la Gran Duquesa María Teresa de Luxemburgo, los príncipes Alberto y Charlène de Mónaco, y del copríncipe de Andorra, Joan Enric Vives, actual obispo de la Seu de Urgell. Junto a ellos se sentará el Gran Maestre de la Orden de Malta, frey John T. Dunlap.

A continuación los reyes no católicos como Carlos Gustavo de Suecia y la Reina Silvia, y el Príncipe Guillermo de Inglaterra.

Y luego está el complicado juego diplomático de los presidentes que sigue el orden alfabético francés. Donald Trump, junto a su esposa Melania, se encontrará en la misma fila que el francés Emmanuel Macron, pero muy alejado del ucraniano Volodimir Zelenski, quien ha auspiciado una reunión con el presidente estadounidense, pero que será difícil visto que tiene intención de regresar a su país justo después de la misa.

Entre los primeros puestos también figuran el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres , los representantes de la Unión Europea -con los presidentes del Consejo, de la Comisión y del Parlamento, Antonio Costa, Ursula von der Leyen y Roberta Metsola.

Entre los jefes de Estado más cercanos al altar, siempre en primera fila, estarán los alemanes y austriacos, Frank Walter Steinmeier y Alexander van der Bellen, con sus homólogos albaneses Bajram Begaj y el angoleño João Manuel Gonçalves Lourenç.

Continúan las largas filas para despedir al papa: más de 150.000 personas han visitado ya la capilla ardiente

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También el presidente brasileño, Lula da Silva, junto a la gobernadora general de Canadá, Mary Simon, y los jefes de Estado de Cabo Verde y Chipre, José Maria Pereira Neves y Nikos Christodoulides, así como el presidente de Ecuador, Daniel Noboa.

Un enigma será saber si el expresidente estadounidense Joe Biden , quien confirmó este jueves su presencia en Roma debido a su estrecha relación con el papa Francisco, será incluido en la delegación, pero lo que es seguro es que estará filas de atrás respecto a Trump.

En la tercera fila habrá ministros, otros miembros de las delegaciones y embajadores, como será el caso del representante de Israel ante la Santa Sede, Yaron Sideman.

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