EL GRAN APAGÓN
Sánchez defiende el modelo de renovables y ve en el "caos" de la derecha una defensa de los ultrarricos

El gran apagón que sufrió España el pasado 28 de abril ha puesto sobre la mesa un debate energético en el que se mezclan intereses políticos, económicos y mediáticos. El Gobierno sigue sin conclusiones definitivas sobre qué pasó ese día, pero defiende a capa y espada el modelo actual con el peso esencial de las renovables frente a unas derechas que se han marcado como objetivo trasladar la imagen de “caos” e impulsar las centrales nucleares.
Las bases de ese debate se vieron en la maratoniana jornada del miércoles en el Congreso de los Diputados, donde compareció el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para dar la información sobre el corte eléctrico y presentar ante las Cortes el plan para subir el gasto en defensa hasta el 2% del PIB durante este año como demandan los socios europeos y de la OTAN.
El debate energético entremezcla aspectos muy técnicos con grandes intereses económicos (una cuestión en la que el propio Congreso ya se ha visto dividido en bloques anteriormente en temas como el impuesto a las energéticas, que fue tumbado por PP, Vox, Junts y PNV). Y el apagón ha servido para que las derechas pongan en el foco el papel de las centrales nucleares. El Gobierno, como señaló el propio presidente, se abre a debatir con las compañías, pero rememora que ninguna lo ha pedido oficialmente. Pero Sánchez ya dejó claro que ve en la actitud del PP y de Vox un papel de “lobbistas amateurs” para defender los intereses de los “ultrarricos” que dominan las compañías energéticas. El Ejecutivo marca tres condiciones para estudiar otro calendario de cierre de centrales nucleares: garantizar la seguridad de los ciudadanos, que sean esas compañías quienes paguen de sus bolsillos el proceso y que sea viable el sistema eléctrico. Y la coalición cree que no se cumplen.
Este debate se está dando sin tener todavía una explicación clara de lo que que sucedió. Actualmente los equipos de trabajo creados por el Gobierno están analizando 760 millones de datos de las 4.200 plantas eléctricas entre las 12.15 y las 12.35 del día del apagón, por lo que el Ejecutivo pide tiempo para tener un diagnóstico claro.
"Manipulación"
Por eso, durante estos días el Gobierno quiere hacer una labor pedagógica frente a la “grave manipulación”, como dijo Sánchez, que está haciendo la derecha sobre la necesidad de un mayor papel de las nucleares. El propio presidente remarcó ante los diputados que la solución del apagón no vino precisamente de esa fuente de energía (las centrales se paralizaron durante ese tiempo), sino gracias a las plantas hidroeléctricas, el ciclo combinado y las interconexiones con Francia y Marruecos.
El Ejecutivo es consciente de que la derecha quiere utilizar tanto el apagón como la paralización de los trenes el pasado domingo por el robo de cables para presentar una imagen de “apocalipsis” y de “caos” con dos temas que son muy sensibles para los ciudadanos que han sufrido las consecuencias de estos incidentes. Asimismo, se ha reavivado el choque que han tenido durante estos años la coalición con las compañías energéticas con beneficios récord.
“¿Usted a quién sirve?”, fue la pregunta con un mensaje muy directo de Sánchez a Núñez Feijóo durante la larguísima sesión de siete horas en la Carrera de San Jerónimo. Y dejó clara su hoja de ruta: “El futuro energético de España o es verde o no será. No vamos a desviarnos ni un solo milímetro de la hoja planificada desde 2018 en materia energética. Las renovables no son solo el futuro, son nuestra única y mejor opción. Son la única manera de reindustrializar España, modernizar sectores vitales para nuestra economía, crear oportunidades en la España interior, evitar el desastre ecológico y construir una Europa autónoma”.
Un choque que seguirá con comisiones de investigación
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El debate en el Congreso fue sólo un round para una contienda llamada a durar meses (las propias conclusiones de la investigación podrían tardar unos seis) y va a ser un plato de dura disputa política. El Partido Popular ya ha avanzado que creará una comisión de investigación sobre el apagón en el Senado (donde goza de mayoría absoluta), mientras que habrá otro órgano similar en el Congreso impulsado por el PSOE.
La distancia abismal entre el Gobierno y la oposición de la derecha se agranda todavía más, como se pudo ver en la sesión en el Congreso, y tendrá otra fotografía este jueves con la votación del decreto aprobado por el Ejecutivo con el plan para hacer frente al impacto económico de los aranceles anunciados por el presidente de EEUU, Donald Trump. A pesar del acercamiento que hubo entre La Moncloa y Génova hace un mes, ahora el PP ha cogido con fuerza la bandera del no.
Feijóo ahonda en cada intervención en el “caos generalizado” que, en su opinión, se ha sumergido el país. Y fue muy duro con sus palabras, llegando a acusar a Sánchez de haber “mendigado energía nuclear a Francia”. Asimismo, sacó a colación que al único que le había venido bien el apagón fue al hermano del presidente (que fue procesado ese día por una jueza de Badajoz por el caso de su contrato en la Diputación de Badajoz). Pero desde el Gobierno recuerdan que no pueden calar las críticas de crisis por parte de un líder conservador que ha apoyado a Carlos Mazón durante estos meses.