El Día de Europa: a los 75 años, un paso más en la profundización federal

Francisco Aldecoa Luzárraga

El día 9 de mayo se celebra el Día de Europa, como cada año desde hace medio siglo, cuando se estableció así por las instituciones europeas, en conmemoración de la publicación de la Declaración Schuman (9 de mayo de 1950). En este día, se reconoce la importancia del proyecto europeo mantenido hasta ahora y la reivindicación sobre la necesidad de su profundización. Tradicionalmente, se realiza el acto del izado de la bandera de la Unión Europea en toda Europa. Especialmente, se organizan estos actos entre los alcaldes de las distintas ciudades y capitales y el Movimiento Europeo.

Concretamente, en Madrid se realiza desde 1979, recién aprobada la Constitución, cuando Fernando Álvarez de Miranda, Presidente del Consejo Federal Español del Movimiento Europeo (CFEME), y Carlos Bru, en ese momento Vicepresidente del CFEME, al alcalde de Madrid, Enrique Tierno Galván, y que este lo tomó como propio desde su primer año de alcaldía. Desde entonces, todos los alcaldes nos han acogido en distintos lugares de la capital para celebrar el izado de la bandera. Este año será en la Plaza de la Villa, presidida por el Alcalde José Luis Martínez Almeida.

A los 75 años de la 'Declaración Schuman', se trata de dar un paso más en la Federación Europea, avanzando en la profundización federal, a través de la convocatoria de una Convención para la reforma de los Tratados

Este año, en Bruselas, Guy Verhofstadt, Presidente del Movimiento Europeo Internacional (MEI), junto al alcalde de la capital belga, presentará la declaración del MEI, liderada por el propio Verhofstadt y por Enrique Barón, ex presidente del Parlamento Europeo, en la que se nos recuerda la necesidad de la apertura del proceso de reforma de los Tratados, de acuerdo con la propuesta del Parlamento Europeo de noviembre de 2023. Asimismo, señalan que debemos “aprovechar esta acción trascendental del 75 aniversario para allanar el camino a una defensa y seguridad comunes y a una federación europea”.

Por lo tanto, en 2025, el Día de Europa tiene una triple relevancia. Se plantea, por un lado, la necesidad de continuar con la propuesta del Parlamento Europeo de convocar una Convención para la reforma de los Tratados con alcance federal. En segundo lugar, porque el Parlamento Europeo ha decidido poner en marcha una defensa europea propia, con objeto de hacer posible la disuasión en el caso de que falle la Alianza Atlántica. Tercero, por la oportunidad que la política de Trump y, especialmente, el abandono del derecho internacional y el derecho humanitario, dan a Europa para adquirir una nueva relevancia global, que es lo que se quiere poner en marcha mediante las dos medidas anteriores.

La Unión se encuentra con una gran oportunidad en las relaciones internacionales gracias a la política exterior del presidente Trump, que desde que ganara las elecciones hace seis meses y tomara posesión en el cargo hace más de 100 días, está desarrollando una política de incumplimiento de los compromisos internacionales. Esta nueva coyuntura permite a la Unión Europea fortalecer su independencia en la relación atlántica y, a su vez, dar respuesta al conjunto de Estados que han solicitado su incorporación, al mismo tiempo que forma parte de una Comunidad Política Europea, compuesta por 46 países.

El 9 de mayo de 1950, el ministro de Asuntos Exteriores francés, Robert Schuman, inspirado por Jean Monnet, propuso que se sumaran las producciones del carbón y el acero bajo una Autoridad Común de carácter supranacional basada en la soberanía compartida, lo que crearía una organización europea entre Francia y Alemania a la que podrían unirse todos los países europeos. La declaración es la enunciación más completa y eficaz del proyecto de unidad europeo, ya que estableció su razón de ser, su porqué, su para qué, el cómo y sus etapas, recogiendo gran parte del acervo comunitario. Por ello, cada 9 de mayo se celebra en todos los países de la Unión Europea el Día de Europa, que simboliza precisamente la unión de los Estados miembros vigente en nuestros días, así como en gran parte de nuestras Comunidades Autónomas y en muchos ayuntamientos.

La Declaración Schuman pone en valor la relevancia de la paz: “La paz mundial no puede salvaguardarse sin unos esfuerzos creadores equiparables a los peligros que la amenazan." Y señala el vínculo profundísimo entre esta y Europa: “Europa no se hizo, y tuvimos la guerra”. En su contenido no se propone únicamente una acción aislada, sino que se presenta un conjunto de medidas que dan forma a una estrategia a medio y largo plazo: “Europa no se hará de una vez ni en una obra de conjunto: se hará gracias a realizaciones concretas, que creen en primer lugar una solidaridad de hecho.”

El proyecto, al cual se ha dado continuidad en forma de etapas, hará referencia a la creación de la futura Comunidad Económica del Carbón y del Acero (CECA) que, ya en su texto original, afirma que esta puesta en común “garantizará inmediatamente la creación de bases comunes de desarrollo económico, primera etapa de la federación europea”. Esta idea se reitera a lo largo del texto y constituye los cimientos de las Comunidades Europeas que, de este modo quedan vinculadas al federalismo, al objeto de construir una Federación Europea.  

A los 75 años de la Declaración Schuman, se trata, precisamente, de dar un paso más en la Federación Europea, avanzando en la profundización federal, a través de la convocatoria de una Convención para la reforma de los Tratados y que aproveche la nueva situación que se ha creado en torno al Parlamento Europeo y al Consejo Europeo, donde recientemente se han aprobado resoluciones que manifiestan la necesidad de una profundización federal de Europa. 

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Francisco Aldecoa Luzárraga es Presidente del Consejo Federal Español del Movimiento Europeo.

Francisco Aldecoa Luzárraga

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