El jefe de la inspección educativa de la Xunta elogia a Vox y pide ilegalizar partidos nacionalistas

La Confederación Intersindical Galega de Educación (CIG-Ensino) solicita a la Xunta la destitución del subdirector general de Inspección y Evaluación del Sistema Educativo de la Conselleria de Educación, Enrique Prado Cueva, a quien atribuyen la polémica orden de "neutralidad ideológica" en las aulas, por una serie de artículos que publicó en los que critica la descentralización educativa en las comunidades autónomas, la "nueva clase ociosa" del profesorado o la izquierda en general. En ellos, también elogia a Vox, habla del "nacionalismo fascista excluyente del BNG y del nacionalsocialismo del PSdeG".

Ante estas publicaciones, que la CIG, sindicato mayoritario en la educación pública, califica de propias de un "ultra", piden su destitución de la inspección educativa. 

La CIG destaca que las instrucciones sobre "neutralidad" ideológica en las aulas, criticadas por docentes, sindicatos o familias, "están firmadas por la directora general de Ordenación e Innovación Educativa, Judith Fernández Novoa, y el máximo responsable de la inspección y evaluación educativa del sistema educativo bajo su mando, el subdirector general Enrique Prado Cueva". Afirman que se trata de "una persona con firmes convicciones ideológicas puramente reaccionarias, ultraespañolistas, contrarias al marco autonómico actual y a todo lo que considera progresismo y nacionalismo, tanto en el aspecto de las ideas políticas como en lo que él entiende como progresismo antipedagógico".

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El sindicato señala que los textos de Prado Cueva apuestan "por la ilegalización de los partidos independentistas y nacionalistas", "los elogios a Vox como único partido que defiende con claridad la 'nación española' y la crítica a la propia Conselleria en la que ahora es un alto cargo por tener una prueba de gallego en las oposiciones docentes para quienes no tienen acreditado sus conocimientos". 

La CIG divulgó una serie de artículos publicados por Prado Cueva con títulos como Los principios antipedagógicos del progresismo, La dictadura de lo políticamente correcto, La segunda guerra civil española o Alá y su Profeta iluminan a la izquierda española y al nacionalismo gallego. En ellos, aparecen afirmaciones como que "la educación fracasó en lo esencial", ya que "busca someter al trabajador a las ocurrencias de las ideologías comunistas y separatistas"; que la única nación es la española y que "el único partido que la defiende claramente es Vox"; o "¿Educación para qué? Seguramente para que crezca una nueva clase ociosa de funcionarios que nunca despertarán de su letargo dogmático hasta el día en que vean peligrar de verdad su trabajo y sus privilegios". 

Entre otras afirmaciones, uno de los artículos dice que "la pluralidad de pensamiento y el pensamiento crítico están en peligro en España debido a los famosos cordones sanitarios que la izquierda progresista quiere imponer a quienes no piensan como ellos".